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De martes a sábado, de 10 a 19h
Miércoles, de 10 a 20h
Domingos y festivos, de 10 a 14.30h
La taquilla y la entrada cierran 30 minutos antes del límite horario
CERRADO: Lunes no festivos, 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 10 de junio, 25 y 26 de diciembre
Plaza de Pau Vila, 3
93 225 47 00
mhc.cultura@gencat.cat
93 225 42 44. De lunes a viernes, 10 a 14h i 15.30-17.30h.
mhcvisites.cultura@gencat.cat
Autobuses V17, H14, D20, V15, V13, 39, 45, 51, 59 i 120
Metro L4 (amarilla) Barceloneta
Tren a Barcelona. Estació de França
Barcelona Bus Turístico. Línea roja y Barcelona City Tour. Ruta este. Parada “Museu d’Història de Catalunya”.
Hay tres parkings de pago próximos: en Passeig Joan de Borbó, Moll d’Espanya y Moll de la Fusta.
Los autocares disponen de espacios de aparcamiento cerca del edificio del museo.
General 4 euros
Reducida 3 euros
General 8 euros
Reducida 6 euros
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La Edad Moderna es para Cataluña un periodo de expansión económica y demográfica, no exento de conflictos. En el seno de la Monarquía Hispánica, el Principado conserva sus instituciones propias de gobierno, pero el creciente autoritarismo de los monarcas provoca el enfrentamiento entre dos concepciones distintas de la política.
Las guerras por la hegemonía europea de los Habsburgo, el aumento del corso berberisco y otomano en el Mediterráneo occidental, así como el bandolerismo, provocado por el incremento de las desigualdades internas, caracterizan una época marcada también por la estética exuberante del Barroco y los dogmas de la Contrarreforma.
Los conflictos de Cataluña con la monarquía tendrán su apogeo durante la guerra de los Segadores (1640-1659) y la guerra de Sucesión (1702-1715). Al final de ese conflicto, Felipe V, el primer rey de la dinastía borbónica, suprime las constituciones y las instituciones propias a través del Decreto de Nueva Planta.
Desde 1516, Cataluña forma parte de los territorios de los Habsburgo: un enorme imperio europeo, que también se extiende por América, liderado desde Castilla. Cataluña es un territorio periférico y con poca capacidad de intervención en los asuntos generales. Al norte, la frontera con Francia es escenario de continuas guerras, mientras que en el Mediterráneo la amenaza del Imperio otomano y el azote del corso berberisco están muy presentes.
Cataluña mantiene, sin embargo, su idiosincrasia y su sistema de gobierno, basado en las constituciones y en la tradición del pactismo. Esa tradición sigue evolucionando y se contrapone al autoritarismo creciente de la monarquía. Durante el siglo XVI, a pesar de los grandes conflictos, el país avanza demográficamente y la economía recupera parte de su antigua pujanza.
Tras la muerte de Fernando el Católico, Carlos de Gante hereda los territorios de la Monarquía Hispánica. En 1519, convoca las Cortes del Principado y jura las Constituciones catalanas. En ese año, se convierte también en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Es una revuelta popular, que se extiende por los reinos de Valencia y de Mallorca, y que tiene similitudes con una serie de estallidos antiseñoriales que se producen en Europa. En el Principado de Cataluña solo se producen algunos disturbios.
Para combatir la pujanza del Imperio otomano en el Mediterráneo, se crea la Liga Santa, una alianza formada por la Monarquía Hispánica, la Santa Sede, el ducado de Saboya y las repúblicas de Génova y Venecia. La armada, comandada por Juan de Austria, derrota a los otomanos en el golfo de Lepanto.
Los decretos de expulsión de los moriscos son promulgados por Felipe III y ordenan su exilio perpetuo de los reinos hispánicos. Los moriscos son los descendientes de las poblaciones de origen musulmán, obligados a convertirse al cristianismo a partir de 1526.
La presencia de los tercios españoles y la política autoritaria del gobierno del conde-duque de Olivares, son la chispa que enciende el conflicto social y político latente. Al levantamiento popular se suman las instituciones políticas del país, que se rebelan contra la Monarquía Hispánica.
El tratado de los Pirineos pone fin a la guerra de los Segadores y al conflicto entre la Monarquía Hispánica y Francia. En virtud de ese tratado, los condados del Rosellón y parte de la Cerdaña son cedidos a Francia.
La muerte sin descendencia de Carlos II, el último monarca de la dinastía de los Habsburgo en España, provoca un conflicto entre las diferentes potencias europeas.
La Sentencia Arbitral de Guadalupe pone fin a los conflictos entre los payeses y los señores feudales, hecho que potencia la ascensión social de una parte del campesinado. A lo largo del siglo XVI, nuevas y grandes masías son el emblema de los payeses acomodados que pueden disponer de casi todos sus recursos. Se trata de grandes casas construidas en piedra, algunas con puertas adoveladas y ventanales góticos. En la planta baja, generalmente, se encuentran los espacios para las herramientas y el ganado, y la cocina. En el primer piso se disponen las habitaciones y la sala. El amplio desván se utiliza como almacén.
La Sentencia Arbitral de Guadalupe pone fin a los conflictos entre los payeses y los señores feudales, hecho que potencia la ascensión social de una parte del campesinado. A lo largo del siglo XVI, nuevas y grandes masías son el emblema de los payeses acomodados que pueden disponer de casi todos sus recursos. Se trata de grandes casas construidas en piedra, algunas con puertas adoveladas y ventanales góticos. En la planta baja, generalmente, se encuentran los espacios para las herramientas y el ganado, y la cocina. En el primer piso se disponen las habitaciones y la sala. El amplio desván se utiliza como almacén.
La violencia es una práctica frecuente en la Cataluña moderna. Muchos conflictos privados se resuelven por la vía de las armas. Los grupos de bandoleros son una consecuencia de los cambios sociales y económicos que conllevan una mayor polarización social. Venganzas, crímenes, secuestros, chantajes, atentados e incluso pequeñas guerras privadas proliferan en una sociedad impregnada de bandos.
El corso aumenta debido a la lucha entre los diversos estados mediterráneos y, especialmente, entre el Imperio otomano y la Monarquía Hispánica. Flotas procedentes de las costas del norte de África atacan las costas catalanas con virulencia. Lentamente, sin embargo, se organiza una red defensiva, basada en las torres de vigilancia.
En pleno siglo XVI, la llave de pedernal, más tarde de miguelete, empezó a sustituir a las cerraduras de mecha y de rueda de los arcabuces y mosquetes. Ese nuevo mecanismo, totalmente exterior, era más seguro y robusto y llevó a la creación del fusil. Las tropas europeas lo conocieron gracias a los migueletes, fusileros voluntarios catalanes, que usaban una versión perfeccionada que acabó por darle el nombre.
En pleno siglo XVI, la llave de pedernal, más tarde de miguelete, empezó a sustituir a las cerraduras de mecha y de rueda de los arcabuces y mosquetes. Ese nuevo mecanismo, totalmente exterior, era más seguro y robusto y llevó a la creación del fusil. Las tropas europeas lo conocieron gracias a los migueletes, fusileros voluntarios catalanes, que usaban una versión perfeccionada que acabó por darle el nombre.
Los pedreñales eran el arma corta más popular en la Cataluña moderna. Aunque varias Cortes legislaron contra el uso de pedreñales, considerados armas inhábiles para la guerra, los mismos funcionarios reales expidieron un gran número de exenciones a cambio de tributos. La dificultad para cargarlos explica la imagen tradicional del bandolero con tres o más pedreñales en la charpa. A finales del siglo XVII, se calcula que en Cataluña había más de setenta mil pedreñales.
Los pedreñales eran el arma corta más popular en la Cataluña moderna. Aunque varias Cortes legislaron contra el uso de pedreñales, considerados armas inhábiles para la guerra, los mismos funcionarios reales expidieron un gran número de exenciones a cambio de tributos. La dificultad para cargarlos explica la imagen tradicional del bandolero con tres o más pedreñales en la charpa. A finales del siglo XVII, se calcula que en Cataluña había más de setenta mil pedreñales.
Tras el concilio de Trento (1545-1563), la Iglesia católica redefine sus dogmas cuestionados por la Reforma protestante y dicta una nueva moralidad. En los reinos hispánicos, la Contrarreforma es impuesta por Felipe II y sus sucesores, con un importante componente de fanatismo y de intolerancia hacia el resto de creencias religiosas.
La estética renacentista da paso al Barroco, que se caracteriza por un lenguaje más exuberante. El catalán sigue siendo la lengua de uso popular a todos los niveles, y cuenta con grandes autores como Vicenç Garcia o Francesc de Fontanella. De todos modos, la aristocracia local se castellaniza y, paulatinamente, el castellano se convierte en la lengua predominante de cultura, al calor de la literatura del Siglo de Oro.
Durante el siglo XVII, las guerras entre España y Francia pasan forzosamente por territorio catalán. La presencia y la arbitrariedad de los tercios españoles, junto con la política autoritaria del gobierno del conde-duque de Olivares, son la chispa que enciende el conflicto social y político latente. En 1640, Cataluña se levanta contra la Monarquía Hispánica.
La revolución popular, protagonizada por los campesinos, va seguida de la revolución política encabezada por las instituciones. Esos hechos son rememorados en una canción popular, Els segadors, que es el origen del himno nacional de Cataluña. La larga guerra (1640-1659) se cierra con la firma del tratado de los Pirineos. En virtud de este tratado, el condado del Rosellón y parte de la Cerdaña son anexionados a la Corona francesa.
Las duras condiciones de vida de los campesinos y el alojamiento de diez mil soldados en tierras catalanas, durante el invierno y la primavera de 1640, provocan una revuelta popular en Cataluña. El 6 de junio de ese año, algunos centenares de segadores protagonizan un importante motín en Barcelona. La revuelta campesina da paso a la revolución política, encabezada por el presidente de la Generalitat, Pau Claris, ante la amenaza de invasión del país por parte de las tropas reales. Los hechos son descritos en una canción popular, Els segadors, que se transmite oralmente de padres a hijos. Convertida en himno oficial por la Generalitat republicana, es canción de combate de los movimientos de oposición durante el franquismo y la transición. En 1993, por decisión del Parlamento, Els segadors, se convierte de nuevo en el himno oficial de Cataluña.
Las duras condiciones de vida de los campesinos y el alojamiento de diez mil soldados en tierras catalanas, durante el invierno y la primavera de 1640, provocan una revuelta popular en Cataluña. El 6 de junio de ese año, algunos centenares de segadores protagonizan un importante motín en Barcelona. La revuelta campesina da paso a la revolución política, encabezada por el presidente de la Generalitat, Pau Claris, ante la amenaza de invasión del país por parte de las tropas reales. Los hechos son descritos en una canción popular, Els segadors, que se transmite oralmente de padres a hijos. Convertida en himno oficial por la Generalitat republicana, es canción de combate de los movimientos de oposición durante el franquismo y la transición. En 1993, por decisión del Parlamento, Els segadors, se convierte de nuevo en el himno oficial de Cataluña.
La muerte sin descendencia de Carlos II desencadena un conflicto de alcance internacional, la guerra de Sucesión (1702-1715). Más allá de la cuestión dinástica, en la disputa por el trono de la Monarquía Hispánica se mezclan cuestiones políticas, estratégicas y comerciales, que acaban por conformar dos bandos en el ámbito europeo.
Los catalanes, finalmente, se posicionan a favor del archiduque Carlos de Austria (Carlos III) y en contra del duque Felipe de Anjou (Felipe V), que tiene el apoyo de la corona de Castilla y de Francia. La derrota bélica y la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, tienen como principal consecuencia la abolición de las constituciones e instituciones catalanas y el inicio de una durísima represión.
Tras trece meses de asedio, el 11 de septiembre de 1714, a las cinco de la madrugada, unos veinte mil soldados borbónicos inician el ataque definitivo a la ciudad de Barcelona. Las tropas de la Coronela, la milicia urbana de Barcelona, junto con el resto de fuerzas austracistas reunidas en la ciudad –en total, unos cinco mil trescientos hombres–, ofrece una fuerte resistencia, calle por calle y casa por casa. La resistencia se salda con cerca de cuatro mil víctimas. A primera hora de la tarde, tras caer malherido el consejero Rafael Casanova, la ciudad capitula.
Tras trece meses de asedio, el 11 de septiembre de 1714, a las cinco de la madrugada, unos veinte mil soldados borbónicos inician el ataque definitivo a la ciudad de Barcelona. Las tropas de la Coronela, la milicia urbana de Barcelona, junto con el resto de fuerzas austracistas reunidas en la ciudad –en total, unos cinco mil trescientos hombres–, ofrece una fuerte resistencia, calle por calle y casa por casa. La resistencia se salda con cerca de cuatro mil víctimas. A primera hora de la tarde, tras caer malherido el consejero Rafael Casanova, la ciudad capitula.
De martes a sábado, de 10 a 19h
Miércoles, de 10 a 20h
Domingos y festivos, de 10 a 14.30h
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CERRADO: Lunes no festivos, 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 10 de junio, 25 y 26 de diciembre
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Autobuses V17, H14, D20, V15, V13, 39, 45, 51, 59 i 120
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