Puig i Cadafalch

La casa y el espacio de trabajo (1917-1956)

En 1917, en pleno ascenso de su carrera y como símbolo de este, Josep Puig i Cadafalch pasó a residir en una casa singular de propiedad en pleno Ensanche de Barcelona, en el número 231 de la calle de Provença. Con la reforma emprendida entonces, el edificio adquirió pleno carácter novecentista, con elementos clasicistas en el pórtico y los ventanales, acompañados de severa decoración ornamental en el portal. Destinó la planta baja a uso comercial y los dos pisos, a residencia familiar y estudio profesional. Uno de ellos fue ocupado al principio por su suegra, la escritora Dolors Monserdà, y el otro, por el matrimonio Puig Macià. Los interiores se decoraron con esmero y fastuosidad, manteniendo el gusto por el tratamiento de las artes aplicadas y decorativas. A excepción de los periodos de exilio de 1923 a 1924 y de 1936 a 1941, residió en él hasta su muerte, en 1956, y, en las décadas de 1940 y 1950, acogió las sesiones semiclandestinas del Instituto de Estudios Catalanes, bajo la dictadura franquista. El mobiliario de los ámbitos de trabajo y recepción pudo ser recuperado en el 2006 por la Generalitat de Cataluña, junto con el archivo.