Moda y modistas

Las fuentes de inspiración

A pesar de que utilizaran patrones comprados, intercambiados o copiados, las modistas no repetían un mismo modelo entre su clientela. Aunque por norma general eran más seguidoras que creadoras, interpretaban a su manera las formas propuestas por quien dictaba la moda, a escala nacional o internacional, y las adaptaban a los gustos, la talla y las diferentes posibilidades económicas de cada clienta. En las revistas y los desfiles se daban a conocer las tendencias de cada temporada, aunque la calle también podía ser una fuente de inspiración, como era el caso de las entradas y salidas del público del Gran Teatro del Liceo o las de misa de doce de los domingos en las parroquias frecuentadas por la alta burguesía, y los diversos actos sociales en los que la gente iba bien vestida. Además, ya desde las primeras décadas del siglo XX, el cine se había convertido en una excelente plataforma para la moda, con estrellas icónicas como Greta Garbo, Joan Crawford, Rita Hayworth, Grace Kelly o Brigitte Bardot.