1939 Els núvols confiscats

Manuel Fontserè fou el forjador del Servei Metereològic de Catalunya (SMC) que la Mancomunitat creà i que encara avui conserva el nom com a homenatge i record als promotors. Aquests dies acaba d’aparèixer una singular obra amb el títol de la present nota i el subtítol precís de «Relat d’Eduard Fontserè sobre els últims dies del Servei Meteorològic de Catalunya» Josep Batlló i Montserrat Busto elaboren la introducció i Manuel Castellet té cura de la documentació i els presidents de l’organisme citat i de l’IEC, Oriol Puig i Joandomènec Ros, presenten l’escaient treball.

Els documents aplegats diuen molt de la mentalitat castellana en relació l’ús de la llengua públic de la llengua catalana. Els fets són coneguts amb l’entrada de les tropes dites nacionals a Barcelona s’acaba la Generalitat que havia estat ja suspesa en l’Estatut d’Autonomia l’any anterior. El SMC és suspès el 29 de gener de 1939. Rafael Patxot, mecenes del SMC, qualificà a les seves memòries Guaitant enrere com els fets com a acte d’odi i  no de guerra. Dolia que els catalans tinguessin el seu propi sistema meteorològic però l’edició del volum Atlas internacional dels núvols i dels estats del cel. Aquesta obra, de gran nivell, profusament il·lustrada i reeixida en tota la concepció i realització, fou editada en les llengües oficials –francès, anglès i alemany, de l’OMI i en català, llengua dels editors. No ho fou en castellà. El director del servei meteorològic espanyol escriu a Fontserè, rabiüt, una carta on es despulla: «Esta circunstancia no me impide, como español estar por completo disconforme con la ausencia del idioma nacional en una publicación de trabajos meteorológicos efectuados en Cataluña, y como jefe del Servicio Nacional me es imposible recomendarle y utilizarle, pues aparte el aspecto patriótico del problema, el catalán, muy digno y grato para todos, debe ir siempre acompañado del idioma nacional.» Aquest todos es un eufemisme perquè el 1926 la Dictadura militar feia tres anys que havia prohibit la llengua i clausurant moltes institucions i publicacions catalanes. El siempre és una invocació que expressa la voluntat dominadora. Tretze anys després arriba l’hora de la venjança quedant-se el 2939 l’Estat tot el material del SMC, un material fruit d’una investigació capdavantera i modèlica. Tot aquest material no pogué retornar fins el 1984. El material propietat de R. Patxot fou donat al SMC el 2006 amb la condició única que es mantingués sempre unit amb tota la documentació.

Una trista història i a la qual no hi hagué cap altra opció que la sorda protesta, la reclamació i la projecció internacional. L’aplec d’aquests materials esdevé un exemple d’incomprensió i odi. La carta que tramet Patxot al director del Servicio Meteorológico Español el 1942 és un més dels episodis reivindicatius i ens il·lustra, amb prosa continguda, de la voluntat catalana en aquest tèrbol afer poc conegut que ara gràcies a l’edició de la documentació esdevé públic. 

NUM. 26                                                          Fribourg 31 Enero 1942.

 

Sr. Director del Servicio Meteorológico Español

Madrid

  

Muy Sr. mío:

El Sr. Secretario de la OMI me comunica su contestación del 27 Novbre. 1941, sin duda debida a un conocimiento parcial del asunto o a una mala información, ya que Vd. no ha vivido los hechos de que se trata.

Salvo la cortesía en el terreno científico, especialmente en tiempo del Sr. Arcimis y del Sr. Galbis, (en breve cumpliré mis setenta, Dios mediante), yo no he tenido trato alguno con el Ser. Met. Español que Vd. invoca y cuyo Observatorio y personal estaban en la Universidad de Barcelona, donde yo no he intervenido nunca.

Para mi proyectada observación de las nubes, solicité del Gobierno de Cataluña que se me acogiera en el local del Ser. Met. de Cataluña, por razón de las facilidades que me ofrecía su emplazamiento. Mi demanda fue atendida.

Se convino: de una parte, que estarían a mi cargo todos los gastos de instalación, instrumental, material, sueldos del personal empleado para mí, etc. y de otra parte, en consecuencia, que dicho material, trabajos y sus resultados, etc., constituirían un depósito del cual yo podría disponer y que podría retirar en todo tiempo[i]. Dicho depósito, comprendió, posteriormente, los registros, meteorogramas, notas y algún libro de mi Observatorio particular de St. Felíu de Guíxols.

As¡ las cosas, las tropas del Gl. Franco entraron en Barcelona y el Sr. Marín -a quien ni siquiera he conocido- se apresuró a trasladar mi depósito a Madrid, sin que yo tuviera conocimiento de ello, a pesar de las protestas de mi representante, de consiguiente, sin mi autorización y exponiendo un material tan frágil como son los clichés, a los riesgos de un transporte injustificado.

Debido a las anormalidades de correspondencia, yo no me enteré sino mucho tiempo después y entonces acudí a la OMI deseando resolver el asunto de una manera impersonal y en las alturas de la discreción y honorabilidad científicas.

Su mentada contestación, me obliga a hacer acto de presencia y en mi calidad de Rector y propietario de la Fundación a que pertenecen mis Archivos, acudo a Vd. pidiéndole la devolución de mi depósito.

Vd. parece ignorar que yo he pagado los sueldos del personal empleado, como también que mis clichés estaban en armarios rotulados «Depósito propiedad del Sr. Patxot» y que junto con otros accesorios, estaban dispuestos en sala aparte, que me estaba destinada. Si Vds. «a posteriori», se consideran dueños del Ser. Met. de Cataluña, deben respetar y cumplir las obligaciones contraídas.

Apelo, pues, a su conciencia de caballero para que, sobreponiéndose a los eufemismos con que se pretende encubrir una deplorable realidad, purifique Vd. y borre lo acaecido, no haciéndose solidario de la arbitrariedad pasional de uno de sus antecesores en el cargo. Esta es la pura verdad, cruda y nuda. No ignoro que, en el presente, no se permite la verdad, pero como soy del siglo pasado, yo soy anacrónico y permanezco fiel a ambos.

Los aciagos tiempos que vivimos, imponen al hombre digno y consciente, el deber de mantener los valores morales, ya que son tantos los que se aplican a empañarlos, roerlos o destruirlos.

Para mayor facilidad, puede Vd. consignar la devolución a mi apoderado general, el Prof., Dr. en Derecho, D. Francisco de P. Maspons y Anglasell, Mallorca, 297, Barcelona (9), quien abonará el transporte si Vd. así lo desea.

 

No dudando que acogerá Vd. esta carta en la serena región de inteligencia, le anticipo las gracias y me ofrezco,

 

De. Vd.,

Atentamente

 

P.