1898 Missatge d’entitats de la societat civil de Barcelona a la Reina Regent

1898 Missatge d’entitats de la societat civil de Barcelona a la Reina Regent (novembre del 1898)

El professor Albert Balcells és l’autor del llibre “Testimonis de la Catalunya Contemporània (1875 - 1986)”, editat per Edèndum i l’Institut d’Estudis Catalans. Aquesta és una obra de gran utilitat acadèmica i d’interès general, debut al recull de diversos documents representatius de l’època, de caire polític, econòmic o cultural. El centenar llarg de textos reproduïts, van precedits d’una introducció molt acurada i sintètica, que en faciliten la comprensió.

A continuació, presentem un fragment d’aquesta obra escrit per Balcells, per situar-nos en el context del missatge de les entitats dirigit a la Reina Regent:

«Regeneracionisme i regionalisme foren les respostes a la decadència, la corrupció i el centralisme en el moment del descrèdit de l'Estat per la manera com s'havien perdut les darreres colònies espanyoles. Regionalització de l'administració estatal i concert econòmic com el que tenien des del 1878 les províncies basques, eren els punts bàsics del darrer intent d'inscriure la reforma dins del marc dels partits del règim i sense enemistar-s'hi ni substituir-los. El general Polavieja semblà assumir el programa de la Unió Regionalista i fou nomenat ministre de la Guerra del nou govern conservador de Francisco Silvela, alhora que Manuel Duran i Bas esdevenia ministre de Justícia i el doctor Bartomeu Robert era nomenat alcalde de Barcelona de reial ordre, atès que els batlles de Barcelona i Madrid eren designats pel govern. Però la decepció arribà de seguida i els recàrrecs de les contribucions desencadenaren una vaga de contribuents entre la petita empresa de Barcelona —el Tancament de Caixes—, que fou ofegada sota l'estat de guerra. Dimitiren Robert i Duran i Bas. Mentre que a la resta d'Espanya el regeneracionisme fou políticament estèril, aquí donà pas al catalanisme polític, autonomista i possibilista. Els dissidents de la Unió Catalanista, que volien fer política des de dins de les institucions del sistema, havien fundat, el setembre del 1899, el Centre Nacional Català, que es fusionà amb la Unió Regionalista. El nou partit, ideològicament nacionalista, prengué el nom de Lliga Regionalista de Catalunya i vencé a les eleccions del 19 de maig del 1901 a Barcelona. Bartomeu Robert, Albert Rusiñol, Lluís Domènech i Montaner ¡ Sebastià Torres sortiren diputats, ¡ les minories eren pels republicans Alejandro Lerroux ¡ Francesc Pi ¡ Margall. Però encara dels 44 escons dels districtes catalans a les Corts, només 11 havien estat conquerits per les oposicions.»

Señora:

No se trata, Señora, de hacer política de partido, ni de crear antagonismos entre los miembros de la gran familia española; se trata sólo de aunar fuerzas por parte de los que no les mueve otro afán que la regeneración del país; regeneración que únicamente pueden llevar a cabo los hombres que trabajan y no los políticos de oficio.

No desconocen los exponentes que, siendo tan múltiples los principales orígenes de nuestra decadencia, habría de ser de tal índole la reforma de la mayor parte de los organismos político-administrativos del país, que la simple enunciación de cuanto habría de modificarse cohíbe el ánimo más esforzado; pero desde luego opinan que la mayor suma de los males presentes —aparte de los defectos originarios de raza— dependen de la manera cómo funciona el actual parlamentarismo y del empeño que muestra el Estado en mantener centralizadas todas las funciones de gobierno, inclusas las que podrían ejercer las diversas regiones de España con un automatismo administrativo que en manera alguna aflojaría las ligaduras que mantienen la actual unidad de la patria.

Si esto es así, se impone la necesidad de que el sistema representativo por clases sustituya al parlamentarismo vigente y que se conceda una amplia descentralización administrativa regional, conservando el Poder central únicamente aquellos atributos de acción común sobre todo el territorio y los que exijan las relaciones internacionales.

El sistema parlamentario, por lo menos en lo que su aplicación a España se refiere, podrá ser una hermosa concepción teórica, pero queda juzgado por los hechos. Las Cámaras y los Municipios no constituyen hoy día la verdadera representación del país trabajador, son una creación ministerial para disponer de dóciles mayorías. Con sufragio restringido y con sufragio universal, ora porque aletargados no poseemos aún bastante educación política, ora por indiferencia musulmana a la cosa pública, o ya también como fruto de desengaño, ello es que nadie ignora el mecanismo de las elecciones; pero si en vez de votantes, constituyendo una masa homogénea, se agruparan los electores por gremios, clases o colectividades afines, llevarían al santuario de las leyes o a los escaños de los Municipios, no a las personas designadas con antelación por el gobierno central o por sus representantes, sino a las que por su capacidad, por su honradez y por su conocimiento de las cosas aquellas agrupaciones estimasen dignas de representarlas. En una palabra, el gobierno del país por el país. Hoy la bondad del sistema representativo gremial lo están demostrando nuestras Universidades al elegir un senador, con independencia absoluta de la voluntad ministerial.

Sería entonces, cuando, gracias a un sufragio de verdad, los Ayuntamientos perderían el carácter político que hoy les distingue y que nunca debieron tener, y llegarían a las Cámaras para la confección de las leyes, no los que se han de lucrar con ellas, sino los que han de sentir su saludable peso. Sólo entonces podrían acometerse las grandes reformas que anhela el país, como la inamovilidad de los empleados, la limitación de las clases pasivas, la reducción de los gastos superfluos, la simplificación y mejora de los servicios públicos y todo cuanto pudiese dar solidez a la patria española, digna de mejor suerte.

La oposición casi sistemática o por lo menos el obstruccionismo, que se hace por los gobiernos a la vida y expansibilidad de las provincias, es otro causante de la decadencia del país. Las redes inextricables de nuestra burocracia, el inconmensurable abuso del expedienteo, la lentitud desesperante de los trámites, el desconocimiento técnico de lo que se ha de resolver, tienen paralizado todo movimiento periférico. [...J

Primera.— Los Ayuntamientos, las Diputaciones y el Senado serán elegidos, directa o indirectamente por gremios, clases y corporaciones.

Segunda.— Se dividirá el territorio de España en grandes regiones de delimitación natural por su raza, idioma e historia; concediendo a cada una de ellas amplia descentralización administrativa para que puedan establecer conciertos económicos, fundar enseñanzas técnicas de importancia local, tener iniciativas para la conservación y reformas de su Derecho propio y facultad para emprender cuantas obras públicas sean necesarias para la más rápida explotación de sus fuentes de riqueza.

Tercera.— Continuarán a cargo del Poder Central únicamente aquellas funciones que demanda la actual e indestructible unidad política de España, para mantener la conexión de las diversas regiones y las relaciones internacionales.

Madrid a catorce de noviembre de mil ochocientos noventa y ocho.

Mensaje a la Reina Regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena.